La Vuelta comenzará con una crono por equipos en Benidorm, 16km que servirán para hacer las primeras diferencias, y ver quien se enfunda el primer maillot rojo. El resto de ésta primera semana será de lo poco propicio que tengan los sprinters, con las llegadas a Playas de Orihuela y Totana, aunque esta última con un alto de 3ª cercano a meta que podría desbarajustar un poco la llegada. Acto seguido y en la 4ª etapa nos encontramos ya con una gran etapa de montaña que finalizará en Sierra Nevada. Llega muy pronto el primer contacto con la montaña y además con montaña dura por lo que puede haber muchas sorpresas y plasmarse buenas diferencia entre los que decidan llegar a tope al principio de la Vuelta y quienes prefieran coger su mejor forma con el paso de los días, aunque como veremos, terreno habrá de sobra para recuperarlo según se vayan invirtiendo los niveles de forma. Tras Sierra Nevada dos llegadas nerviosas, donde quizás no haya ataques entre la gente importante pero si que tendrán que estar atentos a no quedarse cortados, como son las de Valdepeñas y Córdoba, con sendos puertos de 2ª muy cerca de meta. Llegadas ideales para una fuga o para corredores potentes y rápidos como los Hushovd, Gilbert, Pozzato, Freire...Para cerrar esta primera semana los corredores llegarán a Talavera de la Reina donde los sprinters deberán aprovechar la oportunidad.
La segunda semana comenzará con una etapa por la sierra de Madrid con sus clásicos dientes de sierra o sube-baja constante que terminará en el Alto de El Escorial para subir hasta La Covatilla al día siguiente y la única contrarreloj individual de esta edición con 40km en los alrededores de Salamanca. Tras estas tres etapas llegará la primera jornada de descanso y el pelotón tomará una neutralización hasta tierras gallegas. Ya en Galicia los corredores volverán de la jornada de descanso para afrontar el larguísimo puerto de la Estación de Montaña Manzaneda, un puerto inédito en la Vuelta pero que promete dar mucho que hablar. La llegada a Pontevedra el día siguiente se presenta como la última oportunidad para los sprinters antes de Madrid y la llegada a Ponferrada como etapa clara de fugas. Con los favoritos pensando en lo que se les viene encima en las jornadas asturianas y el duro puerto de Ancares como paso de etapa, lo más previsible es que algún fugado acabe triunfando en la ciudad leonesa. Tras ello el pelotón se adentrará en Asturias y lo hará con dos etapas claves que a buen seguro marcarán el devenir de la carrera. La primera con el encadenado Ventana - San Lorenzo - La Farrapona. San Lorenzo un puerto muy duro en el ascenso y con sus complicaciones en el descenso para unirse a La Farrapona, puerto inédito pero siendo el puerto asfaltado más alto del Principado será un ascenso largo, de 20 km, que aún sin ser excesivamente duro, irá haciendo mella en los corredores hasta que lleguen a la parte más dura que se encuentra en los últimos kilómetros.
La última semana comenzará tan fuerte como acabó la anterior. Si la anterior etapa era importante, que podemos decir de la llegada al Alto del Angliru subiendo el Cordal anteriormente. La etapa reina de la Vuelta, por lo que es el Angliru (Chaba Jiménez, Simoni, Heras y Contador cubren su palmarés, casi nada cuando hablamos de coronar una cima), porque el Cordal es un puerto complicado tanto en el ascenso como en el descenso y porque aunque aún habrá oportunidades, para los grandes escaladores ésta es casi la última oportunidad de soltar en un mano a mano a los demás. Al día siguiente, para recuperarse de las dos duras etapas asturias jornada de descanso y posteriormente jornada de transición, propicia para fugas, aunque quizás los sprinters que aguanten en carrera quieran aprovechar una oportunidad, pero habrá que ver como andan ya las fuerzas, en la llegada a Haro. A partir de ahí la llegada a Peña Cabarga, otra nueva batalla de los hombres de la general, y las etapas "rompepiernas" de Noja, Bilbao y Vitoria con ascensión a Urkiola aunque muy lejos de meta, donde pesará más el equipo y la estrategia que la batalla directa entre los líderes, aunque bien pueden producirse emboscadas y saltar sorpresas en la general, que las fuerzas estarán ya muy justas y si alguien consigue filtrarse por delante, será dificil darle caza. Para terminar, la llegada a Madrid, donde los sprinters que sigan en carrera intentarán cerrar la Vuelta con buen sabor de boca.
En definitiva una Vuelta muy montañosa, con grandes llegadas en alto y con etapas propicias para emboscadas y vuelcos en las clasificaciones. Los que más sufrirán serán los sprinters, que pocas opciones tienen de lucimiento, pero para el espectador, a priori, se presenta una Vuelta muy interesante.
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