Es la gran duda que asalta al aficionado, hasta dónde podrá llegar Valverde. El murciano tiene muchas ganas de demostrar que puede volver a ganar, que puede volver a ser el de antes. Para ello ha estado machacándose en sesiones de entrenamiento como si fuese a competir. La gente de su entorno dice que está como nunca. El mismo, en palabras textuales lo confirma:
“Físicamente, estoy más descansado. He entrenado duro y me he machacado para simular la competición. Y tengo algunas referencias de tiempo que son similares a las de años anteriores. La forma física no ha bajado. Sí que tengo respeto y miedo a cómo respondo al final de las competiciones. Si me falta un poco de fondo, lo recuperaré poco a poco en Australia”
Pero la competición no son entrenamientos, aparte del fondo, habrá otros factores que pesarán, como que por ejemplo en el último muro de una clásica, cuantos todos vayan ya al límite, Gilbert aún traté de hacer otro cambio de ritmo. Esas situaciones no pueden simularse a la perfección en entrenos, por ello habrá que tener cautela e ir viendo como evoluciona Alejandro. Tiene tiempo para recuperar ese punto de competición necesario de aquí a que llegue el tríptico de las ardenas, siempre marcado en rojo en el calendario de Valverde. Las victorias llegarán, estoy convencido, una victoria en Down Under o en Murcia, por ejemplo, será un gran paso, porque habrá demostrado lo que siempre dijo, que volvería y ganaría de nuevo. Pero su tercera Lieja, ante un Gilbert incapaz de ser parado por nadie el año pasado, sería un escalón más, sería demostrar definitivamente que Alejandro Valverde ha vuelto y mejor o igual que antes de irse.
De todos modos no es momento de levantar las expectativas con la vuelta de Alejandro. Debe ir poco a poco, recuperar sensaciones en carrera e ir probando su nivel ante todo el pelotón internacional. Estará rodeado de un grandioso equipo, los refuerzos de Visconti, Cobo y Alejandro hacen del Movistar un bloque impresionante, por lo que no debería tener la presión de conseguir resultados a corto plazo. Su calendario será prácticamente el mismo que venía haciendo los últimos años con un primer gran objetivo en el tríptico de las ardenas y un segundo en el Tour de Francia. El Tour..., esa carrera que tanto le da a Alejandro, pero a la vez tanto le quita. Marketing, promoción del equipo, fama..., es la carrera con más tirón para el aficionado medio y baremándolo en ese aspecto está claro que Alejandro tiene que acudir, por el equipo y por él mismo. Sin embargo en esta edición, sus posibilidades se plantean muy escasas. Los mismos rumores que apuntan que fisicamente está como nunca, también dejan entrever que ha mejorado contra el crono, sin embargo no parece que pueda ser suficiente en un Tour donde gente como Evans o Wiggins pueden tener las de ganar. Tras ello, el tramo final de la temporada es el único que desconocemos de su calendario, probablemente hará San Sebastián, y tras ello, dependiendo de como se encuentre decidirá entre Vuelta y Mundial, o ambas.
Lo más importante es que Alejandro está de vuelta, y ójala a mediados de Abril podamos verle manteniendo grandes duelos con Gilbert y compañia en los duros muros holandeses y belgas.
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