Desde mi punto de vista, el triste hecho que marca el ciclismo profesional en este 2011 han sido los trágicos fallecimientos de Xavi Tondo y de Wouter Weylandt, dos amantes del ciclismo que no pudieron escapar de la última emboscada que les tenía preparada el destino.
Wouter Weylandt entró a última hora en la formación del Leopard-Trek para acudir al Giro de Italia. En sustitución de Bennati partiría como el sprinter del equipo. Ya sabía lo que era ganar en la "Corsa Rosa" en 2010, y este año estaba esperanzado en repetir, pero el descenso del Passo del Bocco se interpuso en su camino. El "Tranvía de Gante" no pudo superar las graves heridas producidas por la fuerte caída y falleció pocos minutos después de la misma. Poco importa ya que fuera un corredor potente, rápido, llamado a seguir brillando en los sprints y en las duras clásicas belgas. O sus grandes victorias, una etapa en la Vuelta y otra en el Giro. Lo que importa es el gran recuerdo que ha dejado, sobre todo entre sus propios compañeros de profesión, como demostró un pelotón del Giro absolutamente destrozado cuando se supo la triste noticia.
Xavi Tondo era un ciclista distinto. Siempre con una sonrisa en la cara, siempre con una ilusión máxima por la bicicleta, siempre luchando y remando contra un destino que no le quería dar una oportunidad de primer nivel. Y cuando llego esta oportunidad el destino volvió a cerrarle el paso y en un máldito 23 de mayo de 2011 perdió la vida en un fatídico accidente cuando se disponía a salir a entrenar en Sierra Nevada como preparación para el Tour de Francia.
La primera vez que empecé a fijarme en el nombre de Xavi Tondo fue en 2005. Corría en el Catalunya-Angel Mir, un chico jóven, que llevaba un par de años corriendo en Paternina y en Portugal pero sin destacar mucho, completaba un etapón en la Vuelta a Asturias llevándose la victoria en la etapa reina, en la cima del Acebo. Empecé a seguir con atención las actuaciones de Tondo, porque apuntaba bastante, sin embargo no acababa de cuajar un gran contrato que le permitiese mostrarse en las carreras de primer nivel. Año 2006 en Relax, y en 2007 de nuevo a Portugal al LA-MSS. Allí ganó lo mejor del calendario portugués, su Vuelta a Portugal, y volvió a triunfar en Asturias, esta vez en la Subida al Naranco. En 2009 vuelve a España, al Andalucía, y por fin, en 2010, tiene la oportunidad de correr las mejores carreras, el Cervélo Test Team se fija en él y Xavi no defrauda. Etapas en París Niza, Volta a Catalunya y 6º puesto en la general de la Vuelta a España. Su mejor temporada. Xavi nunca perdió la sonrisa, pero ahora brillaba más aún.
A pesar de su brillantísimo 2010, Garmin absorve al Cervélo y Jonathan Vaughters no cuenta con Xavi. Tiempo después hemos podido saber que se dejó guiar por prejuicios, por sus muchos años en el ciclismo portugués, por no conseguir antes acomodo en un gran equipo...nada más lejos de la realidad, tanto en su valía como persona y como ciclista, y tiempo después también, Vaughters ha sabido reconocer su error. En 2011 Xavi acaba fichando por Movistar, un ilusionante proyecto que viene a sustituir al Caisse D'Epargne. Tondo será uno de los líderes del equipo, y para siempre quedará la primera victoria de la historia de la formación, conseguira por Xavi en el Tour de San Luis. Antes del trágico suceso aún se llevaría la general de la Vuelta a Castilla y León, y su estado de ánimo y de forma era ideal de cara a estrenarse en su primer Tour y a afrontar la Vuelta a España con claras aspiraciones de podium final. Pero todo eso ya no pudo ser, el destino nos arrebató la sonrisa perenne de Xavi. Un ciclista querido por el pelotón y por el aficionado.
Ilusión, entusiasmo y trabajo era lo que irradiaba Xavi. Y ser una buena persona y su amor por el ciclismo terminaría de complementar su descripción. Para terminar simplemente una historia de sobra conocida, pero que demuestra que lo arriba descrito no son solo palabras, sino hechos. En Febrero de este año, una banda dedicada al tráfico y venta de sustancias dopantes era desarticulada en Cataluña. El artífice de ello fue Xavi Tondo, quien alertó a los Mossos d'Esquadra tras recibir un correo electrónico en el que le ofrecían varios de estos productos. Cuando se destapó todo, Xavi no quiso atribuirse méritos, el solo quería seguir disfrutando de la bicicleta y esperaba el gran éxito desde la cima del podio. Y ese éxito ha llegado, en forma de cariño y recuerdo de la gente a un gran ciclista y, sobre todo, una grandísima persona.
Carne de gallina...
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